Raquel
“Yo era una persona gris que hacía
un trabajo que no me gustaba en Barcelona; ahora hago una cosa con
verdadero sentido y soy muy feliz”.
A Raquel el ERE que hubo en la empresa
donde trabajaba le pareció una oportunidad. Dejó atrás todo lo que
tenía y se vino al Nepal a ayudar a llevar la contabilidad de Amics
del Nepal en Katmandú.
No sabe cuánto tiempo estará aquí,
pero es posible que al cabo de unos meses se vaya a Birmania,
Indonesia o cualquier otro país asiático. De momento disfruta de no
saber si es lunes o jueves. La conocimos en nuestra visita al
orfanato de Children Protection Home, que se ocupa de niños cuyos
padres están en la cárcel.
Primera actuación
Por cierto, ¡vaya sitio! Sólo cruzar
la verja se te encogía el alma. No lo describiré para ahorrar el
mal trago al lector, y para no dejar en mal papel a nadie. Sólo
constatar que Amics del Nepal intenta llegar a acuerdos para
colaborar con esta institución local y mejorar el control de los
recursos, pero de momento no lo consigue.
Nos condujeron a la sala donde iba a
tener lugar la actuación y empezaron a llegar niños. Como al Mágic
Andreu se le escapa la magia de las manos empezaron a salir bolas
rojas de detrás de las orejas y la cosa se animó enseguida. Tanto,
que fue difícil retener a los niños fuera de la sala, pues
intentaban colarse por puertas y ventanas como ardillas afanosas.
Yo había visto varias veces al Mágic
Andreu actuar ante los niños internados en Oncología Infantil del
Hospital de la Vall d'Hebron, en Barcelona, y sabía que era capaz de
hacer reír a chicos que lo están pasando mal, pero tenía
curiosidad por saber si en una cultura tan diferente como la nepalí
surtiría el mismo efecto. Tardé dos minutos y medio en descubrirlo.
Tonto por dudarlo: la magia es universal.
Entrega
Hacer las fotos de una actuación del
Mágic Andreu es como arbitrar un Barça – Madrid: puedes olvidar
tu tarea porque te dejas llevar por el disfrute de ver jugar a todas
aquellas estrellas del balón. Es algo hipnótico. La atmósfera que
es capaz de crear con sus trucos y sus bromas es fruto de la pasión
con que se entrega al espectáculo y a los niños. Él mismo lo
repite constantemente: “he alcanzado el éxito con la magia porque
la hago con amor”.
Ahora, conviviendo estos días con él,
puedo constatar la dedicación con que se entrega a su trabajo. Cuida
mucho las horas de sueño para proteger su garganta, no va a ningún
sitio si no lleva un equipo de sonido de repuesto, apunta ideas y los
sitios que ha visitado en su libreta con la caligrafía que le
caracteriza, cuida la alimentación para estar ágil de cuerpo y
mente, y además es un innovador, porque mantiene su magia siempre
fresca con nuevos trucos de cosecha propia.
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